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Practica la atención plena con tu hijo

Mindfulness es una palabra muy de moda en estos tiempos y no significa otra cosa más que vivir el momento sin juzgar. Algo que a muchos de nosotros nos cuesta tanto en una sociedad que sólo premia el hacer y estar activos por encima de muchas otras cosas.

Esto es algo que he aprendido hace relativamente poco tiempo, y es que, parar es más que necesario. El ritmo frenético de la vida de hoy nos lleva a hacer más y más cada día y no tenemos tiempo de parar, de reflexionar, ni de escuchar a nuestro cuerpo. En mi caso, fue mi propio cuerpo el que me obligó a pisar el freno, y ahí en esa «parada obligada» fui consciente de lo necesario que era para mi.

En lo que se refiere a la crianza pasa un poco lo mismo, el ritmo frenético que llevamos en el día a día no nos deja margen para parar y redirigirnos, porque como no tenemos ese tiempo muchas veces ni somos conscientes de las cosas que podríamos mejorar.

Estar presentes

Estar presentes en cada acción y decisión diaria sólo nos trae beneficios; y esto es algo que deberíamos enseñarles a nuestros hijos. Dar ejemplo a nuestros hijos y practicar la atención plena es clave porque los niños aprendan, principalmente por imitación. Si queremos que desarrollen habilidades emocionales saludables, primero debemos mostrárselas en nuestra propia conducta.

Cuando practicamos la atención plena, nos centramos en el presente. Cuando nos centramos en el presente, experimentamos una serie de beneficios tanto a nivel mental como emocional y físico. La atención plena nos ayuda a conectar con el presente y con todo lo que sucede a nuestro alrededor de una manera consciente y sin juicios. Es una práctica que nos permite estar realmente presentes en nuestra vida en lugar de perdernos en pensamientos sobre el pasado o el futuro.

Esto puede ayudarnos a identificar pensamientos negativos y centrar la atención en lo que estamos sintiendo en este momento; de esa forma podemos tomar acción. Practicar la atención plena puede aliviar el estrés y la ansiedad a pequeños y mayores.

Continúa leyendo para aprender cómo la atención plena puede ayudar a desarrollar habilidades clave, como la concentración y el autocontrol.

¿ Cómo podemos ayudar a nuestros hijos?

Practicar la atención plena puede ayudar a los niños a identificar sus emociones y dirigir su mente a un pensamiento más neutral con ayuda de la respiración al inhalar y exhalar (veremos una técnica que yo misma hago con mi hijo un poco más adelante). Ser consciente puede ayudar a los niños a gestionar sus emociones y afrontar desafíos.

Este es un tema que me ha preocupado en los últimos meses. Nunca había investigado sobre el tema hasta que el tutor de mi hijo me dijo «a N le cuesta mucho poner atención en clase» «se distrae con mucha facilidad»; la verdad es que yo era consciente que mi hijo es un niño muy movido, pero no que esto le estaba perjudicando en el día a día.

Aún en desacuerdo con un sistema educativo que no está pensado para nuestros pequeños, estoy intentando que su día a día en el colegio sea más fácil. Pretender que un niño de 7 años esté sentado y enfocado durante un montón de horas cada día, cuando su naturaleza es estar en movimiento (el tema da para un post que pronto publicaré) es antinatural, y me da pena que este sea un «problema» de muchos niños y que se podría mejorar con pequeños cambios en el aula. También, soy consciente que la mayoría de los niños » se adaptan» a estas normas, por esto decidí investigar sobre el tema.

Mi obligación como madre es apoyar y brindar las herramientas a mi hijo. Éste tiene una forma de aprender más visual y manipulativa por ello hemos añadido algunos trucos a su rutina diaria para ayudarle, como el anclaje sensorial, el mapa visual o el minuto de conexión ( os dará más detalles en otro post).

Además, hemos estado probando técnicas para trabajar la atención plena que te muestro a continuación, pero antes de entrar en detalles me gustaría hacerte un pregunta muy importante.

¿ Estas tú presente?

Este quizás sea el consejo más importante que pueda darte hoy. He experimentado con mi hijo que la mejor forma de ayudarle es que yo misma esté presente con todos mis sentidos. Yo también creía que atención era hablarle mientras preparaba la cena, que le escuchaba mientras revisaba mi teléfono, etc etc pero estar presente haciendo otras cosas a la vez no es posible.

Realmente me sentí conectada con él cuando empecé a hacer pequeñas cosas: como por ejemplo mirarle directamente a los ojos cuando me hablaba, a todos nos gusta ser escuchados. Dejar el teléfono cuando jugamos a las cartas. A todos nos gusta sentir que somos importantes, y es que la atención plena no es hacer algo extra, sino vivir lo que hacemos con más conciencia y presencia.

Veamos las técnicas de atención plena para practicar con nuestros hijos

La respiración es una herramienta poderosa para traer la mente al presente. Prueba inhalar profundamente por la nariz, sentir cómo el aire llena tu cuerpo y exhalar lentamente, dejando ir la tensión. Nosotros lo hacemos cada noche antes de dormir y le pido que lo haga cuando se sienta desbordado en cualquier momento del día.

Además, puedes probar estas prácticas con tus hijos.

Practica la respiración de estrella de mar.

En momentos de desbordamiento por enfados o rabietas esto nos ayudará a tomar el control. Pídele que extienda una mano con los dedos bien abiertos, como una estrella de mar. Con la otra mano, usando el dedo índice empieza a trazar lentamente el pulgar hacia arriba mientras inhala. Exhala mientras desciendes hacia el interior del pulgar. Sigue respirando y trazando toda la estrella de mar a lo largo de la mano abierta.

Esta práctica debe hacerse cuando el niño está tranquilo, debe conocerla y haberla practicado en momento de control ya que no servirá de nada esperar a practicarla en un momento de desborde cuando el niño no conoce o sabe el beneficio de dicha práctica.  

Respira boca abajo con un peluche.

Centrarse en la respiración puede ser más difícil de lo que parece, especialmente para los niños que tienen dificultades con la atención. Acuéstate y coloca un pequeño animal de peluche sobre su barriga. Indícale que debe observar cómo su barriga sube y baja con cada respiración.

Utiliza el método de atención plena 5-4-3-2-1.

Esta técnica la hemos practicado mucho para que él pueda llevarla a cabo en clase cuando se sienta distraído. El objetivo será fomentar la conexión con el entorno a través de los sentidos.

Además, calmará su mente notando todo lo que te le rodea. Pídele que nombre 5 cosas que puede ver, 4 cosas que puede sentir o tocar, 3 cosas que puede oír, 2 cosas que puede oler y 1 cosa que puedes saborear.

Este ejercicio activa las vías neuronales: el acto de observar y describir atentamente los detalles sensoriales activa las vías neuronales asociadas con la conciencia y la atención. Para completar puede combinar con una afirmación positiva para sí mismo como por ejemplo «tengo el control».

Tarro de la calma

Probar una experiencia sensorial visual que fomente la atención plena para ayudar a que tu hijo vuelva al momento presente. Puedes ayudarle a crear su propio frasco de la calma y de la atención plena. Mientras observan cómo se asienta la purpurina, los niños pueden calmarse y volver al momento presente.

Ponerle una etiqueta como «tarro de la calma» o «tarro de tiempo de reflexión» refuerza la idea de que usar el frasco es una herramienta a la que podemos recurrir cuando las cosas se ponen demasiado difíciles.

📌 Objetivo: Ayudar a los niños a visualizar sus emociones y relajarse.

  • Llena un frasco con agua, pegamento líquido transparente y brillantina.
  • Pídele que agite el frasco y observe cómo los brillos flotan y se asientan. Esto deberían repetirlo cuando se sientan ansiosos o nerviosos.
  • Explícales que sus pensamientos y emociones son como la brillantina: cuando estamos nerviosos, todo está revuelto, pero si esperamos y respiramos, todo se calma.

Además de usar frascos de purpurina para tranquilizarle, volver a su cuerpo y sentir el presente, también pueden usar el frasco para todo tipo de actividades a lo largo del día en casa. Intenta plantearle un desafío en el que tu hijo tenga que cepillarse los dientes, recoger sus juguetes o limpiar después de una actividad antes de que la purpurina se asiente. La tarea se convierte entonces en una carrera contra la purpurina, un incentivo divertido para vencer a las chispas que se asientan.

Resumiendo

Como ves hay muchas opciones para practicar, el objetivo es encontrar el que mejor funcione para nosotros. Además, este post no es «la única» forma de hacer las cosas.

Como madres y padres estamos en continuo aprendizaje y siempre buscando las mejores herramientas para nuestros hijos, no pretendo hacerte sentir mal si no haces nada de esto (yo tampoco lo hacía), sabemos que cada madre/familia da lo mejor de sí y hace lo mejor que puede cada día. Espero que este post simplemente te ayude en la mejora que estás buscando.

Te leo en comentarios!

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Por qué debemos limitar exposición a pantallas

Hace unos días hablaba con mi amiga Yolanda de lo grave que es la exposición a pantallas para nuestros hijos. Y es que tenemos tan normalizado el uso de los móviles, tablets, etc que no somos realmente conscientes del daño que estos aparatos pueden causar en nosotros mismos y es nuestros hijos.

En los últimos años, el tiempo frente a una pantalla se ha convertido en un concepto más complicado, con una variedad cada vez mayor de dispositivos electrónicos disponibles en todo el mundo. La televisión sigue siendo el tipo predominante de actividad basada en pantallas entre los niños. Sin embargo, el uso de ordenadores, videojuegos y la posesión de dispositivos, como tabletas y teléfonos inteligentes, se están produciendo desde una edad cada vez más temprana.

El problema del uso de pantallas

El uso excesivo de pantallas en los niños pequeños y/o grandes puede generar una serie de problemas tanto a nivel físico como emocional, cognitivo y social. A continuación vemos algunos de los riesgos:

1. Problemas en el desarrollo cognitivo y del lenguaje:

  • Retrasos en el lenguaje: El uso excesivo de pantallas puede afectar el desarrollo del habla y el lenguaje en los primeros años de vida, ya que reduce la interacción cara a cara con los padres y otros niños, crucial para aprender a hablar y comunicarse.
  • Déficit de atención: Un uso prolongado puede dificultar que los niños desarrollen habilidades para concentrarse y mantener la atención en tareas prolongadas sin estímulos inmediatos o cambios rápidos.
  • Problemas en la resolución de problemas: Las pantallas tienden a ofrecer soluciones rápidas y directas a los desafíos, limitando las oportunidades para que los niños piensen de forma crítica y creativa.

2. Impacto en la salud física:

  • Problemas oculares: La exposición prolongada a pantallas puede causar fatiga ocular, visión borrosa y sequedad en los ojos, debido al parpadeo reducido y al esfuerzo continuo para enfocar.
  • Sedentarismo: Pasar muchas horas frente a una pantalla reduce el tiempo para la actividad física, lo que puede contribuir a la obesidad infantil y otros problemas de salud como el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas en el futuro.
  • Alteraciones del sueño: El uso de pantallas, especialmente antes de dormir, puede interferir con la producción de melatonina, la hormona del sueño, dificultando que los niños se duerman a una hora adecuada y afectando la calidad del sueño.

3. Impacto emocional y psicológico:

  • Dependencia o adicción: El uso excesivo puede llevar a una relación de dependencia, donde los niños prefieran las pantallas sobre otras actividades recreativas o sociales, lo que puede interferir con su capacidad de tolerar el aburrimiento y desarrollar otras habilidades.
  • Aumento de la irritabilidad y ansiedad: Los estímulos rápidos y constantes de las pantallas pueden hacer que los niños se vuelvan más irritables o ansiosos cuando no están frente a un dispositivo.
  • Impacto en la regulación emocional: Los niños que pasan mucho tiempo en pantallas tienen menos oportunidades de aprender a gestionar sus emociones a través de interacciones reales, lo que puede llevar a dificultades para enfrentar frustraciones o conflictos.

4. Problemas sociales:

  • Dificultades en las habilidades sociales: El uso de pantallas a menudo limita las oportunidades de interacción cara a cara, lo que puede afectar la capacidad de los niños para desarrollar habilidades sociales como el trabajo en equipo, la empatía y la resolución de conflictos.
  • Aislamiento social: Pasar mucho tiempo frente a las pantallas puede desplazar el tiempo que los niños deberían dedicar a jugar con amigos o interactuar con su familia, lo que puede afectar sus relaciones sociales y su desarrollo emocional.

5. Impacto en el comportamiento:

  • Conducta impulsiva o agresiva: Algunos estudios han sugerido que la exposición prolongada a contenido violento o inapropiado en las pantallas puede influir en el comportamiento de los niños, haciéndolos más propensos a conductas agresivas o impulsivas.
  • Dificultad para regular el tiempo frente a pantallas: Los niños pequeños no tienen la capacidad de autorregular el tiempo que pasan frente a una pantalla, lo que puede generar conflictos con los padres cuando se les pide que dejen de usar los dispositivos.

6. Problemas familiares:

  • Desconexión con la familia: El tiempo excesivo en pantallas puede reducir el tiempo de calidad que los niños pasan con sus padres o hermanos, lo que puede debilitar los lazos familiares.
  • Conflictos familiares: El uso desmedido de pantallas puede causar discusiones en casa, especialmente si los niños dependen de ellas para entretenerse o si los padres no logran establecer límites claros.

Limita el uso de pantallas, fomenta el juego libre

He aquí por qué es importante equilibrar el tiempo frente a la pantalla y el juego libre, si quieres tener unas pautas que seguir para limitar el uso de pantallas aquí te dejo algunos consejos para aplicar en la rutina diaria con tus hijos.

1. Establece límites claros 🙅‍♀️

Establece límites de tiempo específicos para el uso de la pantalla y comunícalo claramente a tu hijo. Crea reglas sobre cuándo y dónde se pueden usar pantallas, como no usar pantallas durante las comidas o antes de acostarse. A nosotros nos ha funcionado usar una plantilla tipo esta:

DíaTiempo máximo permitidoHorario sugeridoTipo de actividadNotas
Lunes1/2 hora18:00 – 18:30Educación (pueden ver en la tv algún documental o video de un tema que le interese)Supervisión necesaria. Compartirán lo aprendido
Martes1/2 hora18:00 – 18:30Educación (videos o juegos educativos adecuado para la edad en ingles)Siempre en zonas comunes.
Miércoles1/2 horas18:00 – 18:30Comunicación (videollamadas con familia/amigos, clases online)Compartir lo aprendido.
Jueves1/2 hora19:00 – 19:30Educativo (lo que vea tiene que enseñarme algo nuevo) No vemos contenido sin criterio Fomentar creatividad.
Viernes1 – 1,5 horas horas19:00 – 20:30Entretenimiento (películas, series adecuadas para la edad)Momento en familia.
Sábado1 horas 16:00 – 17:00Entretenimientopodemos ver una película, el tiempo es aprox.El fin de semana salimos mucho de casa. Bici, paseos, parque…
Domingo 1 hora15:00 – 16:00Creativo (programas o aplicaciones digitales: dibujo, programación, etc)Tiempo flexible. Pero seguimos fomentando el movimiento fuera de casa
Reglas:
Usar dispositivos en espacios comunes.
Cada hora de pantalla debe alternarse con 30 minutos de actividad física o lectura.
Sin pantallas (tv, móvil, etc) 1 horas antes de dormir.

2. Predicar con el ejemplo 🤳

Se un modelo positivo limitando tu propio tiempo frente a la pantalla. Participa en actividades que promuevan el juego libre, como la lectura, la exploración al aire libre o jugar juntos como familia.

Durante la semana hay muchos días que ven 0 pantallas, nada de tv, ni tablet ni teléfono y no porque no puedas (en la tabla podéis ver el tiempo máximo sino porque no las necesitan y tampoco las piden. Esto quiere decir que una vez que empiecen a jugar, crear con con sus manos y su imaginación no echarán de menos las pantallas.

3. Crea zonas sin pantalla 📵

Designa ciertas áreas de tu casa como zonas libres de pantallas: en el dormitorio o áreas para comer nunca tenemos la tv, ni el teléfono. Fomenta actividades alternativas, como rompecabezas, materiales de arte o juegos al aire libre, en estas áreas designadas.

En nuestro caso nunca hemos tenido tele en el dormitorio ni tampoco almacenamos juguetes. En el dormitorio nos relajamos leyendo libros, o montando algún puzle además de dormir.

En el salón tenemos un armario con un montón de juegos de mesa para jugar toda la familia. Vemos la televisión también sin culpa, el fin de semana sobre todo en invierno programamos algún «día de cine» dónde vemos una película y comemos comida no muy saludable. Como ves es cuestión de equilibrar y ser flexibles.

4. Ofrece alternativas atractivas 🎨

Proporciona una variedad de juguetes, libros, juegos de mesa y materiales de arte apropiados para su edad para fomentar el juego libre. 

5. Fomenta el juego al aire libre 🌳

Asigna tiempo regular para jugar al aire libre, lo que le permitirá a tu hijo explorar la naturaleza, realizar actividades físicas e interactuar con su entorno. Esto promueve un equilibrio saludable entre el tiempo frente a la pantalla y el juego activo.

En nuestra familia sabemos que el fin de semana nos relajamos todos más, sin embargo sabemos que salir a moverse no es negociable. Sábados mañana salimos, sábados tarde salimos y el domingo escogemos o bien por la mañana o bien por la tarde ya que también nos gusta estar en casa sin hacer nada.

Recuerda, el objetivo es encontrar un equilibrio que funcione para tu familia y promueva el bienestar general de tus hijos.

Espero que estas ideas puedan ayudarte, todos sabemos lo importante que es para nuestros hijos desarrollar hábitos saludables, disfrutar del tiempo libre y los beneficios del juego libre, ¡y también navegar por el mundo digital de manera responsable!